Consciencia ciudadana para eliminar criaderos es crucial contra las arbovirosis

Esta acción, tanto dentro como fuera de la casa, es determinante para mantener un entorno libre del mosquito transmisor de dengue, Zika y chikungunya.

El SENEPA maneja una respuesta sistematizada para contener el impacto del mosquito Aedes aegypti en la ciudadanía.

Es importante recordar que la fumigación tiene un efecto inmediato solamente sobre los mosquitos adultos.

 

Para prevenir enfermedades arbovirales, es indispensable invertir unos minutos al día en la verificación del entorno inmediato; desechando aquellos objetos en desuso, tapando recipientes con agua para uso o consumo, limpiando bebederos de animales y canaletas de tejado, reemplazando el agua de los floreros por arena húmeda y controlando lugares donde puede quedar agua acumulada, como los espacios de las hojas de plantas ornamentales, huecos en piedras y árboles.

El Dr. Gustavo Chamorro, director del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA), explicó que “la fumigación por sí sola no puede ser solución. La fumigación tiene un efecto inmediato sobre los mosquitos adultos que están en el aire, y no tiene efecto residual, por lo tanto, si uno no elimina los criaderos el mosquito se sigue desarrollando y a las pocas horas hay de vuelta mosquitos en el ambiente”.

Completó diciendo que “más del 90 % de las casas que son intervenidas presenta criaderos activos. Apelamos a que debería existir la consciencia ciudadana para eliminar los criaderos”.

Un mosquito adulto puede alimentarse de al menos cinco personas, con la posibilidad de que un solo mosquito transmita el virus a más de una persona o incluso a todas las que pica.

“Tenemos que comprender que el punto más critico para el control del vector es la eliminación de los criaderos. Debido a que, en ocho horas, una larva ya se convierte en mosquito y ese mosquito tiene un promedio de vida de 21 días”, agregó el Dr. Chamorro.

En cuanto al ámbito climático, el director de SENEPA expresó que “se necesita al menos 15 días seguidos, con un promedio de 15 grados de temperatura, para que se pueda inactivar por un tiempo los huevos en los criaderos”, con lo cual se establece que el clima caluroso que tenemos en los últimos meses es propicio para la proliferación del vector.

El profesional bioquímico agregó que los repelentes son de gran utilidad para el cuidado personal, tanto los ambientales como espirales; tanto los que se aplican en la piel, cuya renovación debe ser más rápida. Aunque, en caso de uso de espirales, se recomienda utilizarlos en espacios abiertos, evitando su uso en lugares cerrados, ya que pueden afectar a la respiración de las personas.

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social recuerda a la población que se debe recurrir inmediatamente al centro de salud más cercano si se cuenta con síntomas de la enfermedad, y evitar la automedicación.

Cómo frenar la proliferación del mosquito

• Verificar que no existan objetos que puedan acumular agua esparcidos al aire libre.
• Eliminar lo que no se va a utilizar: latas, botellas, tapitas, etc.
• Inspeccionar y limpiar las canaletas.
• Guardar bajo techo o tapar los recipientes con agua para uso o consumo.
• Colocar boca abajo las botellas que se seguirán utilizando.
• Observar que no haya agua acumulada en los platos de las macetas.
• Reemplazar el agua del florero por arena húmeda.
• Controlar que no se acumule agua entre el tronco y la rama de los árboles.
• Eliminar o guardar bajo techo los neumáticos.
• Limpiar el recipiente del bebedero de las mascotas, cada vez que se cambie el agua.

Signos y síntomas de la enfermedad

• Fiebre alta que dura entre 3 a 7 días.
• Dolor articular severo, con mayor frecuencia en manos y pies, pero que también puede afectar articulaciones proximales.
• Hinchazón asociada a tenosinovitis o tendinitis.
• Incapacidad en pacientes por el dolor, la sensibilidad, la inflamación y la rigidez, razón por la cual muchos de ellos no pueden realizar sus actividades habituales.
• Erupción cutánea entre dos a cinco días del inicio de la fiebre.